Sueños del Desierto-5 Días

Tras la travesía en barco llegaremos a Tanger Med  para poner rumbo a nuestro primer soñado destino: Fez.

Fez es la capital espiritual de Marruecos, con la medina más antigua de todo el país en un conjunto laberíntico de callejuelas, plazoletas y pasajes. Te sorprenderá saber que la Universidad más antigua del mundo (según la Unesco y el Libro Guinness de los Racords) está en Fez:  Universidad de Al Qarawiyyin. Y no es todo, fue fundada por una mujer: Fátima.

La medina, que vendría a ser el casco antiguo, es una experiencia única ya que te parecerá una vuelta al pasado, con bazares y antiguos oficios como alfareros, orfebres, tejedores. Tendrás que esquivar los burros y los mulos que son los únicos medios de trasportes permitidos entre las calles estrechas de la medina.

El famoso barrio de los curtidores te llevará a conocer otro oficio: el trabajo del cuero. Uno de los lugares más emblemáticos.

Sin olvidar que Fez es fue una de la ciudades imperiales de Marruecos, amurallada, por lo tanto en la parte exterior podrás disfrutar también de una visita a la puerta del Palacio Real y el antiguo barrio judío. 

Nuestro hotel por la primera noche se encuentra en la parte moderna de la ciudad de Fez.

El segundo día nos llevará al lugar más deseado del viaje: el Desierto del Sahara.

Recorrernos el país hasta el sur, con una gran variedad de paisajes que podremos disfrutar también desde nuestro autobús como parte integrante del recorrido del viaje: bosques, zonas de alta montaña, hasta zona desérticas con fósiles, y pueblos perdidos en el tiempo.

Al llegar al hotel nos esperará un rico almuerzo y un paisaje de ensueño, es el único hotel alejado de la urbanización muy cerca de las dunas con piscina y una decoración típica de la zona.

Se realizará la experiencia en 4x4 que en 2.30/3h te llevará a conocer las antigua minas de kohl, los pueblos nómades y el pueblo de Khamlia, fundado por los músico gnawa, antiguamente esclavos subsahariano que nos esperarán para un bailes todos juntos a ritmo de los tambores. Sin faltar un poco de adrenalina entre dunas y carreteras de rally.

Llegaremos al campamento en el medio del desierto para pasar la segunda noche en jaimas, tiendas típicas del desierto.

Disfrutarás también de un recorrido único en camello cruzando las dunas del desierto que te parecerá estar perdido en la inmensidad de un mar de arena.

Sin duda será la noche más especial bajo las estrellas con un espectáculo de música a ritmo de tambores a mano de los bereberes, los auténticos habitantes del desierto. Será difícil irse a dormir con tanta emoción.

Si eres de los que no se quiere perder ni una, despertarás al amanecer para verlo desde el desierto, otra emoción muy fuerte.

Tras el desayuno volveremos a el hotel para seguir disfrutando del entorno.

El tercer día será un día de descanso para asimilar todo lo vivido, y hacer pocos kilómetros de autobús ya que nos iremos a pasar la tercera noche en un hotel a 1 hora del desierto en Rissani (según el viaje podría ser también Erfoud). Todas estas zonas son conocidas para ser la puerta de entrada al desierto, con pueblos muy auténticos y hoteles turísticos hecho con materiales de la zona.

Visitaremos la puerta de Rissani "la Puerta del Desierto" y su famoso mercado de especias donde podrás llevarte los souvenirs más auténticos.

Volvemos a retomar carretera para regresar a Fez.

Haremos varias paradas en camino para disfrutar de las panorámicas y tomar fotos.
El Palmar una zona de oasis donde pasa el único río de la Valle del Ziz, las montañas del Atlas, la zona de Midelt, donde pararemos a comer y llegaremos por la tarde a ver los monos en el bosque de Arzou y tomaremos un cafe o un helado en Ifrane, "la suiza marroquí", la ciudad más europea de Marruecos, porque lo cierto es que Marruecos es un continuo contraste de paisajes, colores, pobreza y riqueza.

Por la cena llegaremos a nuestro hotel para pasar la última noche antes de despedirnos del país.

No podemos dejar Marruecos sin ver otra de sus ciudades más emblemáticas: Chaouen.

La ciudad azul en el norte del país, situada entre dos montañas que dan origen a su nombre es un pueblo dedicado a la agricultura que vive del turismo atraído por su peculiar color que esta en todas partes, puertas, ventanas, calles, azulejos, mezquitas.

No te faltarán fotos de modelo entre sus calles y juntos a miles de gatos que pasean por allí.

Tras el almuerzo nos vamos al puerto de Tanger Med para tomar el barco de vuelta a casa.

Regresaremos a nuestras casas de madrugada, pero con el corazón lleno de tantas aventuras, emociones y conocimientos.